domingo, 6 de mayo de 2012



6.2 La novela estadounidense: la generación  perdida

Se conoce con el nombre de Generación perdida al grupo de escritores estadounidenses –Francis Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, John Dos Passos, John Steinbeck, y, aunque no con todos los rasgos que caracterizan a este grupo, también William Faulkner– que forjaron su carrera después de la I Guerra Mundial y en su obra reflejaron el clima de desconcierto y pesimismo de la posguerra y la Depresión. Frustrados por el vacío cultural de su país, la mayoría de ellos viajó en algún momento a Europa y se instaló en París, donde vivió intensamente los años veinte, la era del jazz y su ambiente artístico. En esta ciudad existían dos centros de reunión : la librería Shakespeare and Company y la casa de Gertrude Stein (donde podían verse junto a estos escritores norteamericanos, a Picasso, André Gide, Paul Vaelry…) El nombre de Generación Perdida le fue dado por esta escritora, que ejercía de mecenas y amiga de la mayoría de los miembros.
 Esta generación de autores aparece durante la llamada «Época airada» o de los excesos, una época, sin duda, difícil económicamente para los Estados Unidos (quiebra de bancos, emergencia de grupos criminales que se dedicaban al tráfico de alcohol a causa de la Ley Seca, Puritanismo, bolsas de pobreza…) Refugiados en Europa por la frustración ante el panorama cultural de su país, describieron la inutilidad y la crueldad de la guerra, los felices años veinte, la era del jazz, la depresión económica y la sociedad norteamericana en general. La crisis moral que vivieron estos autores se relaciona con la crisis literaria, lo que les llevó a buscar nuevas formas de expresión. Algunos de los títulos más emblemáticos de esta generación son : El gran Gatsby, de Fitzgerald (1925),  Manhattan Transfer (1925) de Dos Passos, El sonido y la furia (1929) de Faulkner y Adiós a las armas (1929) de Hemingway.
(Estos escritores tendrían importancia capital, junto a los grandes renovadores de la narrativa europea del siglo XX, como Kafka, Joyce, Proust y Virginia Woolf, en la fragua de la nueva novela latinoamericana, que empezó a dar frutos a finales de la década de 1950)
Algunos de los rasgos de la narrativa de estos autores son:
o     Los narradores renuncian a la omnisciencia reduciendo su punto de vista al de uno o varios de sus personajes;
o    La anécdota se relega a un segundo plano y, a veces, no existe desenlace;
o    Se rompe el orden cronológico del relato con “saltos atrás” y otras técnicas;
o    Los personajes se someten a revisión, llegándose a la novela de personaje colectivo o incluso a la destrucción del personaje.
o    Los diálogos disminuyen su importancia para dar preeminencia al estilo “indirecto libre” y al “monólogo interior” (reproducir los pensamientos de un personaje tal cual brotan en su conciencia, sin orden ni corrección sintáctica)
o    La novela acoge elementos de otros géneros, como por ejemplo el ensayo o la poesía (a veces, puede hablarse de “prosa poética”).

Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) fue un escritor de éxito y pudo disfrutar de una vida adinerada, que describe críticamente en sus novelas. Pese a ello, al final de su vida tuvo múltiples problemas. Autor de estilo conciso y espléndido lenguaje, retrató el clima moral de la generación perdida en A este lado del paraíso. Otros títulos son Suave es la noche y la incompleta El último magnate, que refleja el mundo del cine. En su obra maestra, El gran Gatsby, cuyo tema es la vacía vida de los ricos y el mito del sueño americano, el protagonista se hace llamar Jay Gatsby y persigue un solo sueño en la vida: recuperar al amor de su juventud, de quien se separó años atrás por ser un pobretón que nada podía ofrecerle a Daisy, una muchacha acostumbrada a vivir en la opulencia. Pese a ello, Gatsby no se resignó y se dio a la tarea de volverse rico, aun a costa de participar en negocios turbios. Cuando se reencuentra con su amada y parece que al fin va a concretar su anhelo, la vida se encarga de desmentir sus más queridas ilusiones.
La crítica social de El gran Gatsby es severa: el individuo soñador, persistente, que cambia incluso de nombre, que se crea una nueva identidad para abandonar su condición de marginal, formar parte del grupo y así acceder a su acariciado anhelo, es aplastado por una sociedad que, tras su boato, esconde su falta de seriedad, de compromiso y su incapacidad de sentir algo más que sus mezquinos y más inmediatos apetitos.

Ernest Hemmingway (1899-1961)nació y murió en Estados Unidos pero vivió muchos de sus años en Europa, principalmente en Paris. Mujeriego, bebedor y oponente de la opresión, luchó en las Brigadas Internacionales de España, 1937-1939, y quedó fascinado por la fiesta nacional española, de la cual llegó a ser un “aficionado”. Hemmingway se sentía atraído por todo lo que era apasionante en la vida y detestaba el vacío, el aburrimiento y lo mundano. Acabó suicidándose.
Sus obras tienen como tema principal la búsqueda de nuevos valores en el amor, la aventura, la acción, el peligro y otras emociones directas. Su estilo es sobrio, directo y algo descuidado, pero tiene fuerza expresiva y ha sido muy imitado por autores posteriores. Además de novelista, escribió crónicas periodísticas y excelentes cuentos. En 1954 obtuvo el premio Nobel.
En las novelas de Hemingway aparecen sus obsesiones y su inquieta vida: Adiós a las armas recrea su paso por la Primera Guerra Mundial, Fiesta se desarrolla en París, ciudad en donde vivió; su estancia en España y su atracción por el país y sus costumbres se refleja en Muerte en la tarde, de tema taurino, y en Por quién doblan las campanas, sobre la Guerra Civil española. Su afición a la caza se refleja en Las verdes colinas de África y Las nieves del Kilimanjaro. También es autor de El viejo y el mar, historia de pescadores en Cuba.

John Dos Passos (1896-1970) Estudió en la Universidad de Harvard. En sus años de juventud fue un gran viajero. Recorrió varios países e incluso pasó una larga temporada en España para estudiar arquitectura (de estos años surge su primer libro Rocinante vuelve al camino 1922). Tomó parte activa en la Primera Guerra Mundial como conductor de ambulancias en Francia e Italia.
Es el miembro de la generación que aplica más técnicas novedosas en su narrativa. Su obra más importante es la novela vanguardista Manhattan Transfer, que recrea la ciudad de Nueva York a través de múltiples ciudadanos, lo que da como resultado una novela de protagonista colectivo. La técnica de esta novela ha sido muy utilizada en novelas posteriores. Dos Passos también es autor de la Trilogía USA, en donde hace un retrato crítico y pesimista de su país.

John Steinbeck (1902-1968) nació en Salinas, (California) dato que sitúa y justifica la temática de gran parte de su obra: la vivencia del plácido paisaje de su tierra natal, con paisanos tranquilos y felices viviendo de la pesca y de la agricultura entra, en sus obras mayores, en conflicto con el mundo de las nuevas tecnologías con personajes atrapados en una sociedad injusta, personajes que a pesar de todo siguen siendo humanos, heroicos, a veces incluso a pesar de su derrota. 
Autor de múltiples novelas, denuncia las injusticias que padecen los sectores más humildes del país, sobre todo los trabajadores del campo, que se vieron muy afectados por la depresión económica de los años treinta. Sus obras exponen la realidad cotidiana y pintan tipos sencillos e ingenuos en lucha contra el egoísmo y la corrupción. Sus novelas De ratones y hombres y Las uvas de la ira son de ambientación rural y se localizan en las grandes extensiones de cultivo del centro y sur del país. También son famosas La perla, sobre un humilde pescador, y Al este del edén, drama rural que refleja a través de dos familias la ideología y los valores de la sociedad de la época. Recibió el premio Nobel en 1962.


William Faulkner (1897-1962) supone la culminación del vanguardismo americano y es considerado como uno de los padres de la novela contemporánea. Recibió el premio Nobel en 1949.
Faulkner procedía de una familia de ricos propietarios de plantaciones al sur de los Estados Unidos, región famosa por su opresión sobre los negros (tradición esta criticada por este autor que pronto tomó partido por la gente de color en las luchas políticas y describió el doble rasero de la sociedad blanca sureña). No llegó a acabar los estudios y luchó en la I Guerra Mundial como piloto de la RAF. Como veterano tuvo la oportunidad de entrar en la universidad pero al poco tiempo decidió dedicarse por completo a la literatura.
Ya en sus primeras novelas, entre las que destaca “El ruido y la furia” incorpora las nuevas técnicas como el uso de monólogos interiores (influenciado por Joyce,  Bloomsbury y , en particular, por Virginia Wolf)
Durante los años 30 y 40  escribió una serie de novelas e historias cortas basadas en los sucesos de un condado imaginario llamado Yoknapatawpha, que simboliza el sur de EEUU. Entre ellas destacan Santuario (su novela más vendida y la que le permitió dedicarse a la escritura de guiones para Hollywood) donde narra el brutal secuestro de una joven y ¡Absalón, Absalón! 
Faulkner utiliza un lenguaje rico y complejo, así como todo tipo de técnicas modernas. Algunos de sus títulos son de difícil lectura, con saltos temporales, puntos de vista múltiples, huecos en el relato, etc. 

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