Antes de centrarnos en los dos movimientos que nos ocupan, es necesario hacer mención de los sucesos más relevantes de esa época, como son la Reforma Protestante o el Humanismo, dos movimientos que conmocionaron la Europa de principios del siglo XVI. En cuanto a la Reforma, esta rompió con el cristianismo presente durante la Edad Media. Además, el protestantismo estableció que el hombre no podía influir con sus actos en las decisiones del Creador, lo cual quiere decir que el ser humano estaba destinado a condenarse o salvarse desde su nacimiento. Por ultimo, el cristianismo inicia la Contrarreforma. Se busca una realidad nueva que lo devuelva a la pureza, defendiéndolo de la herejía. En este sentido, cabe destacar a Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. En cuanto al Humanismo, instaura una actitud que, sin cuestionar lo religioso, impone al ser humano como centro del universo, y propugna la restauración de los antiguos ideales clásicos, volviendo a la recuperación de textos griegos y latinos.
El Renacimiento se define como un movimiento europeo que, durante todo el siglo XVI, aplica los ideales difundidos por los humanistas a todas las actividades culturales. Sus características principales son las siguientes:
- Se adoptan modelos clásicos, adaptándolos a los nuevos tiempos. El ejemplo de dichos modelos impulsa también una fuerte creatividad original. Son también muy estimados y apreciados los grandes humanistas y escritores italianos.
- La devoción por el latín es tanta que se impulsa en cultivo de las lenguas propias de cada país, como afirmación del ser nacional, buscando que las lenguas nacionales alcancen su elegancia y dignidad. Así, en todas las literaturas, ejercen una gran influencia los principales autores latinos: Horacio y Virgilio, e italianos: Petrarca.
El petrarquismo renacentista
Se denomina petrarquismo, dentro del género poético lírico, a la corriente estética que imita el estilo, las estructuras de composición, los tópicos y la imaginaría del poeta lírico del Humanismo toscazo Francesco Petrarca. Fue una poderosa corriente de inspiración lírica que se esparció por toda Europa durante el Renacimiento, sucediendo como fuente de inspiración en la lírica al amor cortes de los trovadores provenzales. Su influjo se extendió hasta comienzos del siglo XVIII, y solamente escaparon de el poetas como Shakespeare, que creó un cancionero dedicado a un hombre.
Fundamentalmente los poetas del Petrarquismo se dedican a cultivar el soneto amoroso y a reunirlo en colecciones estructuradas como cancioneros petrarquistas, en forma de serie de poemas que documentan la historia sentimental de su amor por la dama en evolución desde lo sensual a lo espiritual, por influjo de las teorías amorosas del platonismo, que considera el amor como algo abstracto.
La influencia de Petrarca incluye tanto aspectos formales como temáticos. En los temas, destaca el culto a la belleza, el protagonismo de la naturaleza (bucolismo) y del amor, de la mano del cual está la mujer como eje en torno al que gira la filosofía del amor petrarquista, a la manera del amor cortés. Así, al igual que ocurría en el amor cortes, se llega al amor por la contemplación de la amada, que volverá a ser concebida como un ser angelical, en la que la belleza y la pureza serán los rasgos principales que admirara el amado. Tan característica como la descripción de la amada es la del paisaje, que trasciende todos los modelos ya desgastados del locus amoenusmedieval, y consigue transmitir un poderoso sentimiento de evocación melancólica impregnado de elevadas dosis de estética renacentista.
Entre los recursos estilísticos del petrarquismo, destacan: metáforas de los daños del amor (herida, fuego, prisión), definiciones por contrarios, alusiones eruditas y mitológicas, versos plurimembres y poemas correlativos, fórmulas antitéticas, cultivo frecuente del concepto, etc.
En relación a los autores más característicos, distinguimos los siguientes:
-España: Garcilaso de la Vega y Juan Boscan, quienes introducen el Petrarquismo y dan vida al soneto y, en métrica, al endecasílabo. Lo continuaron Fernando de Herrara, y ya en el siglo XVII Lope de Vega y Fco. De Quevedo.
-Italia: Pietro Bembo.
-Portugal: Luis de Camoens.
-Francia: el movimiento es conocido como La pleyade, y destaca Pierre Ronsard.
-Inglaterra: Henry Howard.
El Barroco fue un movimiento cultural y artístico, nacido en el siglo XVI, y se desarrolla y muere en el XVII. Representa una actitud muy actitud compleja, que se expresa como pesimismo ante un mundo en crisis y que se manifiesta en una huida de la realidad inmediata, y una búsqueda de nuevos caminos y valores.
En España, a diferencia del resto de Europa, el Barroco no representa un rechazo del Renacimiento, sino un apogeo y combinación de este.
Con dicho movimiento, la literatura perdió la serenidad que caracterizaba al Renacimiento, haciéndose artificiosa, ornamental y muy realista en unos casos o muy idealizada en otros.
Cabe destacar dos corrientes: el Conceptismo y Culteranismo.
El Conceptismo se dirigió más a la inteligencia que a los sentidos. Sus recursos expresivos se apoyan principalmente en el contraste, el humor y la concisión formal. Recurren con frecuencia a las figuras literarias como la elipsis,la antitesis, las paradojas, entre otras. En esta corriente destaca Góngora.
Por su parte, el Culteranismo procuró el preciosismo y la oscuridad en el lenguaje poético. A través de la musicalidad persiguió el halago de los sentidos. Se preocupa, sobre todo, por la expresión. Sus características más destacables son:
- Latinización del lenguaje.
- Empleo intensivo de metáforas e imágenes.
- Acentuación del aspecto mitológico de la lírica del XVI.
Lírica del Barroco
El testimonio de la compleja fusión establecida entre tradición y originalidad en el Barroco es, no solo la variedad de temas y recursos formales, sino la dificultad a la hora de separar de modo tajante los ingredientes de un poema barroco. Una de las claves de esta variedad es la doble influencia tradicional y renacentista, y la doble corriente de tradición e innovación. Los poetas barrocos se imponen como premisa la novedad, la sorpresa mediante la creatividad y el ingenio; pero, para ello, acuden a los moldes y recursos de la lírica tradicional y los modelos métricos italianos a un mismo tiempo.
Los temas de la poesía renacentista (amor, naturaleza, mitología, religión) se siguen abordando en el Barroco, pero desde una nueva perspectiva: la naturaleza ya no es bucólica, sino decadente; los mitos se ridiculizan; el carpe diem no resalta el goce, sino la disolución final; la dama no aparece siempre idealizada, puede ser fea o grotesca. La conciencia de crisis se generaliza la preocupación por temas morales y religiosos y por la temática del desengaño: la vanidad de las cosas terrenales, el engaño de las apariencias, el tiempo como elemento destructor de la belleza y de la vida... Por otro lado, la corrupción de la corte abre el camino a la sátira contra la sociedad y sus costumbres.
En cuanto al estilo, lo que realmente hace diferente a la poesía barroca es el lenguaje. El escritor del barroco quiere distinguirse de los demás: busca la originalidad. La falta de equilibrio de un mundo en crisis se refleja en un estilo artificioso y rebuscado, cuyo objetivo es la sorpresa, la agudeza y el ingenio.
De entre los distintos tipos de poesía, podemos destacar los siguientes: la lírica tradicional y popular; poesía épica y narrativa; la burlesca, política y de circunstancias; y la lírica amorosa de carácter petrarquista, en la que vamos a centrarnos.
Lírica amorosa de carácter petrarquista
Uno de los rasgos determinantes del Barroco es la admiración y agotamiento del legado renacentista: Petrarca y el petrarquismo es el gran legado de la poesía amorosa anterior. Poetas como Lope y Góngora iniciarán su carrera con poemas muy cercanos al tópico petrarquista, pero pronto, bajo el signo de la renovación, los poetas harán uso de dicho tópico.
Por otro lado, la poesía amorosa también estará enriquecida por el especial punto de vista de algunos de sus autores. Así, Lope de Vega destaca por su apasionado autobiografismo, y Góngora por su ansia ante un amor inalcanzable.
Pero la lírica amorosa barroca, cuyas cimas se encuentran en los sonetos amorosos, se debe poner también en relación con el resto de géneros, impregnados del tópico petrarquista en descripciones y recursos.
Hay que citar, asimismo, las parodias del propio petrarquismo, con poemas dirigidos a mujeres poco agraciadas, prostitutas, etc. No tan en broma eran muchos sonetos petrarquistas motivados por los más banales detalles o anécdotas. En este último caso, parece que la única misión del poeta, es la de lucirse y mostrar su dominio de metáforas e imágenes petrarquistas más que la expresión de su sentimiento amoroso.
Silvia y Estefania
Nota: faltan acentos, pero se debe a problemas en el ordenador de Silvia.
Buenas, es una pena no haber descubierto este blog antes de terminar las clases, aún así espero que me sirva ahora para la PAU...
ResponderEliminarMi enhorabuena para todos los/las contribuyentes de esta página.
PD: En la segunda línea del petrarquismo renacentista hay un pequeño error de mecanografía (toscazo-toscano), nada importante pero bueno.
Un saludo, ¡y a seguir así...!
El material está muy bien, y además acabáis de salvarme la tarde! jaja
ResponderEliminar¡Gracias!
Muy buen material para estudiar en bachiller. Gracias!!
ResponderEliminarMuy buen material para estudiar en bachiller. Gracias!!
ResponderEliminarhola, me podeis decir algo sobre el carpe diem
ResponderEliminar