TEMA 1. 1.1 Los poemas homéricos: argumento y
características.
INTRODUCCIÓN
Desde tiempos inmemoriales el ser humano se ha
enfrentado a la dificultad de
comprender el mundo. En ese intento se han ensayado distintas
estrategias desde distintas culturas. Una respuesta común ha sido la introducción de mitos.
El mito es un relato en el que se cuentan sucesos extraordinarios situados en un pasado remoto y que surge por la necesidad de
describir y explicar, en lenguaje alegórico, el origen de los elementos
naturales y también de la civilización. Los actores de esos sucesos son seres
que gozan de poderes inalcanzables para los humanos, es decir, dioses y héroes.
No sería aventurado decir que todas las culturas que han
existido en la historia de la humanidad han tenido sus propios mitos y han vivido en íntima
relación con ellos. Los relatos mitológicos ayudaban a comprender el mundo y
sus misterios, justificaban jerarquías e instituciones, transmitían valores y
regulaban la conducta. Además, estos relatos revisten un especial atractivo y están
dotados de una alta fuerza
emocional.
Es a Homero, con
La Ilíada y La Odisea y Hesiodo (poeta
del siglo VII a.c, autor de La Teogonía y Los Trabajos y los días) a quien
debemos el corpus fundamental de la
mitología griega ya que fueros ellos los que dieron forma escrita a la
abundante tradición épica anterior.
HOMERO
Ningún poeta ha ejercido tanta
influencia sobre las letras occidentales como Homero. En palabras de Hegel, Homero es «el elemento
en el que el mundo griego vive como el hombre vive en el aire». Admirado,
imitado y citado por todos los poetas, filósofos y artistas griegos que le
siguieron, es el poeta por antonomasia de la literatura clásica, a pesar de lo
cual la biografía de Homero aparece rodeada del más profundo misterio, hasta el
punto de que su propia existencia histórica ha sido puesta en tela de juicio
(recordad lo relativo a “la cuestión homérica”).
Así, como en su figura confluyen realidad y leyenda, señalaremos sólo que
la tradición sostenía que
era ciego, que varios lugares reclamaban ser su lugar de nacimiento
( Quíos, Esmirna, Argos..,), que se cree que vivió en el
s.VIII a.C. y que a él se le atribuye la creación de las dos obras más
importantes de la épica griega: la Ilíada y la Odisea (ambas forman parte de un
ciclo mucho más amplio de composiciones épicas en torno a la guerra de
Troya y de Tebas, que no se han conservado íntegras)
La Ilíada
Desde el punto de vista formal, la Ilíada consta de consta de 15.693
versos (divididos por los editores, ya en la antigüedad, en 24 rapsodias o cantos), escritos en versos
hexámetros (cada estrofa se compone de seis versos, dáctilos
o espondeos). En su mayor parte, al igual que la Odisea, está escrita en dialecto jónico, que a partir de
Homero se convirtió en la lengua del
canto épico por excelencia.
La epopeya
narra los acontecimientos ocurridos durante 51 días en el décimo y último año
de la guerra de Troya. El título de la obra deriva del nombre griego de esta
ciudad, Ιlión.
La obra comienza con estos singulares versos : - Canta, ¡oh Musa!, la cólera del pélida Aquiles que causó infinitas
penas a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes.
Cumplíase la voluntad de Zeus desde que se separaron disputando el atrida
Agamenón y el divino Aquiles.
Según vemos ya en este comienzo,
el tema de la obra es la cólera de Aquiles , y sus núcleos
temáticos, el asedio de Troya y la muerte de Héctor.
En síntesis, el argumento de la obra es el siguiente:
Agamenón, en una de sus muchas incursiones de saqueo a los pueblos vecinos, se apodera de Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo. El dios ofendido hace caer sobre el pueblo griego una plaga mortal, pero los augures consultan a los dioses y disponen que el capitán general devuelva su presa. Quien lo exige con más fuerza es Aquiles. Agamenón acepta, pero en cambio, el rey de los mirmidones deberá entregarle a Briseida, mujer a la que el pélida ama tiernamente. Ante esta injusticia, Aquiles se niega a combatir y se encierra en su tienda.
Agamenón, en una de sus muchas incursiones de saqueo a los pueblos vecinos, se apodera de Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo. El dios ofendido hace caer sobre el pueblo griego una plaga mortal, pero los augures consultan a los dioses y disponen que el capitán general devuelva su presa. Quien lo exige con más fuerza es Aquiles. Agamenón acepta, pero en cambio, el rey de los mirmidones deberá entregarle a Briseida, mujer a la que el pélida ama tiernamente. Ante esta injusticia, Aquiles se niega a combatir y se encierra en su tienda.
Tetis, ninfa del mar y madre de Aquiles, pide venganza a Zeus y éste la
complace haciendo sucumbir a numerosos príncipes aqueos y decretando la
victoria de los troyanos.
La derrota es catastrófica. Inclusive, Agamenón piensa en regresar a Grecia, es entonces cuando Palas incita a Odiseo a exhortar a los griegos a proseguir en el combate. Patroclo, amigo entrañable de Aquiles, reprocha a éste su negativa a participar en la lucha y lo único que consigue es el préstamo de las armas y soldados del semidiós. Al salir Patroclo, los troyanos lo confunden y huyen despavoridos. Se enfrenta con Héctor, príncipe heredero y general en jefe de Ilión, quien tras un breve combate lo mata.
Al enterarse Aquiles de la triste suerte de su amigo y de la pérdida de sus armas, llora amargamente y su madre obtiene de Hefesto nuevas armas y armaduras para su hijo. Vestido con el nuevo equipo, Aquiles corre al campo de batalla causando enorme motandad entre los troyanos. Al fin, se encuentra con Héctor, quien no tarda en morir bajo la enfurecida acción del rey de los mirmidones.
La derrota es catastrófica. Inclusive, Agamenón piensa en regresar a Grecia, es entonces cuando Palas incita a Odiseo a exhortar a los griegos a proseguir en el combate. Patroclo, amigo entrañable de Aquiles, reprocha a éste su negativa a participar en la lucha y lo único que consigue es el préstamo de las armas y soldados del semidiós. Al salir Patroclo, los troyanos lo confunden y huyen despavoridos. Se enfrenta con Héctor, príncipe heredero y general en jefe de Ilión, quien tras un breve combate lo mata.
Al enterarse Aquiles de la triste suerte de su amigo y de la pérdida de sus armas, llora amargamente y su madre obtiene de Hefesto nuevas armas y armaduras para su hijo. Vestido con el nuevo equipo, Aquiles corre al campo de batalla causando enorme motandad entre los troyanos. Al fin, se encuentra con Héctor, quien no tarda en morir bajo la enfurecida acción del rey de los mirmidones.
Príamo, acongojado por la muerte de su hijo preferido, acude a Aquiles a
reclamar el cadáver para rendirle los honores debidos a su calidad. Zeus
aconseja benevolencia y el vencedor accede para evitar la cólera de los dioses.
El anciano rey regresa a la ciudad donde es incinerado el cuerpo con los juegos
funerales tradicionales.
Los principales
personajes son: Aquiles: Hijo de Tetis y Peleo, el más valiente y fuerte de los Aqueos, alentador
de su pueblo; Agamenón: Hijo de
Atreo, rey de Argos y Micenos, hermano de Menelao y capitán general del
ejército griego contra Troya. Llamado Atrida. Héctor: El más destacado
de los guerreros troyanos. Con su
funeral termina la Iliada. Diómedes: Uno de los guerreros
más valientes. En un combate hirió al propio Ares. Paris: Hijo de Príamo
y Hécuba. Raptor de Elena. Odiseo: Rey de Itaca, el más astuto de los
aqueos, protagonista de La Odisea.
La Odisea
Compuesta después de La Ilíada, el poema continúa la materia troyana al
narrarnos la vuelta al hogar de uno de sus héroes: Odiseo (Ulises). La acción
de la Odisea transcurre en 40 días de un otoño, en los que también se
sintetizan diez años de aventuras. Los temas del retorno y de la
venganza confluyen y se complementan, a pesar de las diferencias de ambiente y
estilo que presentan los cantos en que se narran.
Está estructurada también en veinticuatro cantos y su hilo argumental se desarrolla en torno a tres núcleos:
Está estructurada también en veinticuatro cantos y su hilo argumental se desarrolla en torno a tres núcleos:
·
La primera parte narra la situación en Ítaca tras la marcha de su
rey, Odiseo, a Troya en compañía de las tropas aqueas. El palacio ha sido
tomado por los pretendientes de Penélope, la esposa de Odiseo, y su hijo
Telémaco emprende un viaje en busca de su padre.
·
La segunda parte relata el camino de regreso de Odiseo a su hogar.
De forma no cronológica narra todo el recorrido de su viaje desde que salió de
Troya.
·
La tercera parte se ocupa de la llegada de Odiseo a Ítaca. Una vez
allí, con la ayuda de Telémaco, mata a los pretendientes de su esposa y
recupera el trono.
El sentimiento de nostalgia de la patria y la familia, lejanas e
inasequibles, y el ingenio vivo y rápido de Odiseo para sortear toda clase de
impedimentos hacen que Odiseo un personaje inconfundible por su
humanidad, su inteligencia y sus argucias. El relato de sus navegaciones constituye
una serie de maravillosas aventuras, como la de los lotófagos, la de los
lestrigones, la de Circe y, sobre todo, la del cíclope Polifemo, en la que el
héroe vence con su astucia los poderes de los dioses adversos, del salvajismo y
la maldad.
En la Odisea los acontecimientos no siguen un orden estrictamente cronológico. Por un lado simultanean acciones que transcurren en los mismo días pero en lugares distantes, como el regreso de Odiseo y su búsqueda por Telémaco; y por otro el mismo héroe narra sus aventuras ante la corte de Alcínoo, cuando ya están a punto de llegar a su término. Gracias a este recurso los hechos son expuestos en primera persona por el propio Odiseo, lo que acrecienta la vida del relato y su estilo personal y subjetivo. La acción de las navegaciones de Odiseo se inicia pues in media res, procedimiento de estructura del poema que imitará Virgilio y que seguirán multitud de narradores.
En la Odisea los acontecimientos no siguen un orden estrictamente cronológico. Por un lado simultanean acciones que transcurren en los mismo días pero en lugares distantes, como el regreso de Odiseo y su búsqueda por Telémaco; y por otro el mismo héroe narra sus aventuras ante la corte de Alcínoo, cuando ya están a punto de llegar a su término. Gracias a este recurso los hechos son expuestos en primera persona por el propio Odiseo, lo que acrecienta la vida del relato y su estilo personal y subjetivo. La acción de las navegaciones de Odiseo se inicia pues in media res, procedimiento de estructura del poema que imitará Virgilio y que seguirán multitud de narradores.
Rasgos de las epopeyas
homéricas:
- La
concentración argumental de la historia, puesto que los poetas griegos componían sus textos
para ser recitados ante un pueblo que ya conocía la leyenda, de modo que
se hacía innecesario su relato completo.
- A
nivel estilístico, destacan
tres rasgos: El uso de un lenguaje sublime y grandioso que tiene la
doble función de marcar el respeto hacia personajes superiores y
diferenciarlos de la masa; el uso de expresivas comparaciones y,
sobre todo, la presencia del epíteto épico, fórmula lingüística
mediante la que se adjetiva a los personajes de mayor relieve en la
narración y sirve de apoyo mnemotécnico para el recitador (Aquiles, el de
los pies ligeros; Odiseo, el astuto…)
Apuntes
complementarios
1. Argumento de La Odisea
Finalizada la guerra de Troya, los
jefes griegos que habían puesto cerco a la ciudad vuelven a sus tierras. Uno
de estos, Ulises, se embarca con sus amigos para volver a la isla de Ítaca. La
valentía y la audacia de Ulises vencen todos los obstáculos que se le
presentan. El dios Neptuno desata contra sus navíos fuertes tempestades y
naufragios.
Una vez está a punto de dejarse
vencer por la hechicera Circe; otra, se valió de una estratagema para liberarse
del temible gigante Polifemo y para sacar a sus amigos de la cueva del horrible
cíclope, tiene que oír el canto engañoso de las sirenas y sortear los feroces
escollos de Escilla y Caribdis.
En la isla Ogigia está el héroe
Ulises siete años, retenido por la ninfa Calipso. Ulises logra huir de la isla
en una balsa que él mismo se fabrica y, después de naufragar, llega a la isla
de los feacios. El rey Alcinoo y su hija Nausicaa lo reciben cordialmente y le
ofrecen libaciones.
Después de un banquete, la reina
Arete escucha las maravillosas aventuras de Ulises. Le dice que estuvo en el
país de los cíclopes, donde el gigante Polifemo le tuvo cautivo; que de allí
pasó a la isla de la maga Circe, la que convertía a los hombres en cerdos; y
que una tempestad estrelló su nave y le arrojó a las costas de Ogigia.
El rey Alcinoo profundamente
compadecido le entrega un barco, con el cual regresa a su patria Itaca, donde
su esposa Penélope, para librarse de sus muchos pretendientes, había prometido
su mano a quien con el arco de Ulises venciera en un torneo a los demás.
Cuando Ulises, después de haber
perdido a sus compañeros, llega solo y se presenta en su palacio, disfrazado de
mendigo, sin ser reconocido, interviene en el torneo y a muerte a los
pretendientes de su esposa Penélope, regresa con ella y pasa a la posesión de
su reino.
2. Otros datos sobre de la épica homérica
Para los
griegos, Homero es más que un simple recopilador de canciones antiguas.
Aristóteles ensalza en la Poética la Ilíada y la Odisea
por su unidad. Homero fue el educador de las generaciones jóvenes que debían
aprender largos párrafos de la Ilíada y la Odisea, que no eran
consideradas simples creaciones literarias, sino una auténtica plantilla moral
y práctica sobre la que se sustentaba la paideia la educación práctica y
moral del hombre griego. Sus versos no sólo relatan luchas y aventuras, sino
que dan instrucciones concretas de cómo comportarse con honor en diversas
situaciones, cómo vestir a un guerrero, aparejar un caballo o trabajar la
tierra. Sus cantos eran una suerte de enciclopedia, un cúmulo de todo el
conocimiento útil para la vida, además de un inmejorable tratado de
ética.
Existe un cierto
consenso en que la fijación escrita de la épica homérica se produjo en el siglo
VIII a. C. No obstante, la acción dramática se desarrolla aproximadamente medio
milenio antes, en una época que había adquirido caracteres míticos para la
audiencia. Es por ello que la figura del héroe tiene tal importancia en la
épica, denominada por esto mismo "heroica". La facultad principal de
estos héroes, además de su fabulosa constitución física, es su temperamento, la
areté o virtud guerrera, que durante la ilustración ateniense (s. V a.
C.) pasaría a ser virtud cívica, debidamente adaptada a los nuevos tiempos.
Este concepto de areté podría resultar extraño hoy en día, ya que no entraba en
contradicción con comportamientos tales como tomar botines de guerra, apresar y
esclavizar a las mujeres del enemigo o engañarlo con estratagemas. Sin embargo,
el sentido del deber y el honor, fundamentales para la cohesión de una
comunidad, son una constante en la vida de los héroes. Aquiles tiene la opción
de quedarse en su tierra y disfrutar de una larga vida sin honores o marchar a
una guerra que no tiene apenas nada que ver con él, en una tierra inhóspita,
donde sabe que morirá con seguridad pero alcanzará una fama inmortal. Sin
embargo, elige la segunda opción. Ese es uno de los significados de la areté.
Los dioses son
los otros protagonistas principales de la epopeya heroica, y se nos presentan
en una doble identidad. Por un lado son poderosos y deciden el futuro de los
mortales de acuerdo con sus caprichos, como si de un juego de mesa se tratara,
y por el otro aparecen más próximos a los hombres de lo que cabría esperar, con
defectos que a veces les hacen resultar ridículos, orgullosos y lascivos.
Incluso pueden llegar a ser heridos (aunque nunca muertos) por manos mortales
cuando se inmiscuyen en la batalla. El poderoso Zeus, que gobierna sobre las
demás divinidades, está también él sujeto a los dictámenes del Destino, la Até
o Hado. Así se prefiguran algunos de los aspectos fundamentales de la tragedia:
el hombre toma sus decisiones pero no está solo, los dioses juegan con él a su
antojo y el destino resulta ineludible, se puede predecir pero no huir de él.
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